Mientras el Ministerio de Educación anuncia que a partir del viernes próximo reiniciará el concurso de evaluación magisterial, la revolución de la enseñanza no acaba de llegar a la escuela Isabelita, de El Seibo.
En el centro, ubicado en el paraje Los Cafés de Caciquillo, se imparte docencia en una enramada levantada a la sombra de una mata de mango.
En esas condiciones no se puede pensar en instalaciones sanitarias, energía eléctrica ni ningún tipo de protección. Maestros y estudiantes tienen que arreglárselas como pueden con la docencia en la escuela prácticamente al aire libre.
Además del deterioro de plantas físicas, el Ministerio de Educación inició el año escolar con un déficit de 6,055 maestros de primaria, 2,275 de lenguas extranjeras, 1,525 de educación física y 1,483 de nivel inicial.
Para la secundaria se necesitan 1,454 profesores de ciencias naturales, 1,359 de matemáticas, 1,268 de lengua española y 1,063 de sociales.
La cartera dijo que también se requieren 392 profesores para educación especial, 1,330 orientadores y 977 directores para los 18 regionales.
La viceministra de asuntos técnicos y pedagógicos, Ligia Pérez Peña, anunció que se flexibilizará el concurso de oposición al evaluar a todos los postulantes, incluso a los que reprobaron en la primera prueba. Con las deprimentes condiciones en que está el sistema educativo cualquier fracaso sería fru
