La falta de aulas en las mejores condiciones no puede convertirse en una limitante para la inscripción de estudiantes en las escuelas.

Además de garantizar que ningún alumno se quedará sin el llamado pan de la enseñanza el Ministerio de Educación ha instruido para que se inscriba a los estudiantes que carezcan de actas de nacimiento, aunque hay que escuchar las voces que están en desacuerdo.

Por evidente temor a las críticas Educación recordó que la decisión se aplica desde hace más de 25 años. Pero el tiempo no es lo que importa sino el sentido de justicia.

La educación y la salud son derechos universales. Los muchos requisitos se han constituido en trabas y estímulos para la deserción.

Puedes leer: Sancionar proselitismo: Desafío de JCE

En lo que se mejora la calidad de la enseñanza hay que garantizar la inscripción y la asistencia del mayor número de estudiantes.

La educación no puede reducirse a un privilegio para los hijos familias que pueden tener toda la documentación al día.

La decisión del Ministerio de Educación, al margen de otras acciones que se han anunciado, beneficia la escolaridad.

El sistema afronta muchos problemas, que van desde la falta de aulas, planteles en malas condiciones, retrasos en la distribución de libros y materiales, pero hay que buscar la manera de no limitar la inscripción de estudiante alguno.

Más bien lo que procede es que se estimule a través de cualquier medida que no viole las normas.