Contaminante amarillo cubre las aguas del río Isabela

Bajo el intenso sol del mediodía, la cámara fotográfica pudo captar el contraste del verdor de las lilas con el azul del cielo, y las aguas sucias, amarillentas y contaminadas que salían de la “cañada del Diablo” que desemboca en el río Isabela;  lo que no se capta en la imagen es el mal olor de esas aguas, ni el trinar (súplica) de los pájaros. 

Por años las aguas de la cañada del Diablo se han caracterizado por los cambios de colores y olores repentinos que experimentan, debido a que todo dependerá del desecho químico que se vierta en su cauce. No es la primera vez que se ha denunciado que empresas tiran todo tipo de productos que terminaran en las aguas del afluente.

La vida en la localidad de la Zurza a orillas del río Isabela en el Distrito Nacional, con una que otra variación para bien o para mal, sigue siendo la misma de hace varias décadas. Viviendas en lugares muy vulnerables, pobreza, insalubridad, hacinamiento, desesperanza y baja calidad de vida.

Lo nuevo es que el anterior gobierno construyó una planta de tratamiento de aguas negras, que si bien dan otra visión al lugar es poco en lo que beneficia a la localidad.

El actual  gobierno, a través de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) ha iniciado la construcción de un play de béisbol y el rescate de algunas cañadas. 

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Francisco Reyes, el director ejecutivo de Funsai, expresó que las cosas de la contaminación habían mejorado ya que los desaguaderos de barcos fueron sacados del río, y que ahora les toca a las nuevas autoridades de Medio Ambiente eliminar que las cañadas sean contaminadas.

“Ese líquido o pasta viscosa amarilla está contaminado todo el río, y eso es lo que produce la gran cantidad de lilas en el río que dificulta que los pescadores salgan a pescar al mar. Nosotros como comunidad pedimos de inmediato la intervención del Gobierno”, enfatizó Reyes.