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Efraim Castillo

Lo global y el medio (2 de 2)

 -De la palabra ambiente la RAE (2020) tiene varias definiciones y he seleccionado la tercera: “Conjunto de condiciones o circunstancias físicas, sociales, económicas, de un lugar, una colectividad o una época”.

Esto indica que los vocablos medio y ambiente casi significan lo mismo, exceptuando que la palabra medio es más metafórica y que, sujeta al sondeo causal, puede envolver alguna condición donde el ser humano, sujeto a los tres medios específicos de vida aristotélicos (vegetativo, sensitivo e intelectivo), evoluciona de acuerdo a la geografía, al nicho que le toca vivir; que es como decir el medio (o el ambiente) en que se desenvuelve.

Max Derruau (Tratado de Geografía Humana, 1961) especifica: “la actividad de algunos grupos humanos está tan estrechamente ligada al ‘medio’ que no puede aplicársele la noción de modo de vida”.

 Derruau apoya que la tradición es la adaptación del ser humano a una geografía, al medio. Sin embargo, entre las geografías que condicionan al esquimal y al habitante del trópico, la diferencia radica en la utilización de los medios que marcan su adaptación.

Por eso, si tomamos la definición de medio que expresa “circunstancias que rodean a las personas o cosas” y la anexamos a la número cuarenta de la RAE: “Conjunto de circunstancias o condiciones físicas y químicas exteriores a un ser vivo y que influyen en el desarrollo y en las actividades fisiológicas del mismo”, veremos una gran similitud, casi lo mismo; por lo que la composición de la palabra medioambiente es una plétora y lo preferible sería utilizar la palabra medio para dejar sentado todo lo relacionado entre el ser vivo y lo que le rodea.

El advenimiento del homo typographicus mcluhiano metaforizó la imagen a través de la reflexión y una sintonía más aproximada a la verdad buscada, facilitando escudriñar en su entorno lo que el medio le permitía indagar; algo que gravitó sobre el entorno-contorno creado por la imprenta y le permitió leer (como enuncia Howard Gossage elogiando a McLuhan —1967) “una palabra tras otra; una oración sucediendo a otra; un párrafo en pos de otro párrafo; y una página consecutiva de otra página”. Así, el ser humano adquirió, más allá de nuevos conocimientos, una clara conciencia del pensamiento lineal, llegando a estabilizar su posición dentro de una sociedad alfabetizaba.

La publicidad, que caminó sola a través de un largo trecho histórico, estuvo condicionada por la ausencia de conocimiento sobre la existencia del medio en que se desenvolvía y desarrolló sus grandes saltos cualitativos con dos eventos históricos: la imprenta y la electricidad; marcando, como especifica McLuhan, “un límite ruptura entre el hombre fragmentado Gutenberg y el hombre integral; y como la alfabetización fonética era límite ruptura entre el hombre-oral y el hombre-tribal visual” (1968).

Hoy, el medio tiende a tragarse lo global (casi sin masticar) a través del cúmulo de influencias que, constantemente, transforman, achican y agrandan las circunstancias, batidas y reconstituidas mediante una cibernética apoyada en logaritmos.

Por: Efraim Castillo
efraimcastillo@gmail.com

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