Las autoridades de la Cooperativa de Servicios Múltiples de los Maestros, Inc. Coopnama, son objeto de ácidas críticas de sus asociados porque los están discriminando con una medida que favorece a unos y desfavorece a otros.
Se trata de una ayuda económica de esa entidad, dirigida a sus socios que se hayan contagiados del coronavirus; medida que inicialmente fue saludada por los coopnamistas.
Pero, a poco de empezar su aplicación surgió indignación y disgusto, porque las autoridades solo reconocían la prueba PCR, violentando así el principio de igualdad de derecho de los socios de la cooperativa.
Es decir, que solo ayudan a los socios diagnosticados con Covid-19 con la prueba PCR, y rechazan cualquier otra prueba aunque fuera igualmente hisopada, con método confiable y reconocido, que garantizan resultados en dos horas y mucho más económicos que la que ellos privilegian.
Esa ayuda solidaria para socias y socios afectados por covid-19, en vez de bien está haciendo mal, en tanto se la niegan a unos y se la aprueban a otros, tienen iguales derechos , violando el principio de igualdad como miembros de esa cooperativa, cuyo principio es elemental del cooperativismo internacional y de la Constitución Dominicana.
Esta medida, debiera ser corregida o suprimida, habida cuentas que el capítulo de solidaridad y ayuda de Coopnama ha sido innúmeras veces burlado por sus autoridades sin que los maestros hayan hecho reclamación fuerte al respecto, ni sus directivos hayan puesto coto a esa falta administrativa.
Los dueños de la cooperativa, que son sus socios, tienen que estar más atentos y vigilantes a lo que se hace en ella, a los fines de repeler y contrarrestar las acciones que allí se ejecutan fuera de los estatutos pero en nombre de ellos. C
ada asociado de la Coopnama debe autoconsiderarse un guardián/centinela al servicio de esa montaña de cooperativa de servicios múltiples, como un medio de protección, defensa y seguridad de ese monumental patrimonio de cuasi todo el magisterio nacional, en cuyas gestiones no han faltados pillos, pillajes y corrupción sin persecución de nadie, en rara actitud de sus engreídas autoridades.
Por: Lic. Santiago Martínez