En abril de este año fue muerto de un balazo en la cabeza en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) un dirigente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y empleado del Ayuntamiento de Santo Domingo Este durante las elecciones de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED).
A causa de los incidentes que costaron la vida a Daniel Castillo, en los que hubo acusaciones y contraacusaciones, el Consejo de la UASD decidió suspender, como mandaban las circunstancias, el proceso electoral.
A pesar del tiempo transcurrido el crimen, que el rector Iván Grullón calificó como un ajuste de cuentas, todavía está impune. Con todo y que tanto la Policía como el Ministerio Público designaron una comisión para investigar el suceso.
El silencio que ha rodeado el crimen del dirigente perredeísta, de quien se dijo que prestaba servicios de seguridad, se presta a suspicacias. La impresión es que no se quiere avanzar en las investigaciones para no dar con los culpables.