La iniciativa para cambiar el nombre de la provincia Peravia por el de Máximo Gómez comienza a encontrar obstáculos entre los propulsores del proyecto.
Los diputados Willy Sánchez y Carmen Leyda, quienes secundaron el proyecto de su colega Luis Báez sobre el bautizo de la provincia con un nuevo nombre, han dado marcha atrás.
Y la verdad es que una decisión que compromete la historia de una demarcación no puede tomarse a la ligera ni sin consultar a todos los sectores.
Como uno de los grandes héroes de la independencia de Cuba, Máximo Gómez, que en la gesta alcanzó el rango de general, tiene sobrados méritos para honrar con su nombre la provincia donde nació. Pero también debe ponderarse que Peravia es más que un nombre. Es una tradición o una cultura no solo para los nativos del territorio, sino para el país.
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Aunque hay precedentes con los cambios de nombres, como el caso de Salcedo por el de Hermanas Mirabal, no es lo mismo ni es igual. Si los sectores más representativos se ponen de acuerdo para cambiar el nombre de Peravia por el de Máximo Gómez, no hay problema en hacerlo. Lo que no puede es imponerse.