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Defensor

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Pablo Ulloa

La intensidad cobrada por el conflicto en esa entelequia que es el Defensor del Pueblo requiere de una rápida intervención antes que el descrédito termine por reducir sus funciones a la mínima expresión.

Las diferencias de algunos de los miembros con el estilo de trabajo del presidente del organismo, Pablo Ulloa, han llegado al extremo de solicitar la intervención del Senado para evitar que el conflicto cobre más dimensión.

Ulloa no ha entendido el trabajo en equipo ni el carácter del organismo al tomar decisiones y actuar de manera unipersonal.

Ese estilo ha creado fricciones con otros miembros que se consideran marginados o ninguneados por Ulloa, a quien se atribuye actuar como ley, batuta y Constitución.

Por las disputas y ausencia de resultados ha comenzado a cuestionarse no solo la integración, sino si el gasto en el órgano vale realmente la pena.

El Nacional

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