Santo Domingo. – La Asociación de Suplidores de Materiales Eléctricos (ASUME) denunció que las Empresas Distribuidoras de Electricidad (EDE) han incurrido en reiterados retrasos en el pago de facturas, afectando gravemente la estabilidad financiera de los suplidores y poniendo en riesgo la operatividad del sector eléctrico nacional.
Según José Amaury Fuertes, presidente de ASUME, los vencimientos superan los 365 días desde la fecha de facturación y la entrega de los materiales en los almacenes, generando una crisis que podría desembocar en escasez de insumos, fallas en el suministro eléctrico y prolongados apagones.

Advertencia sobre una crisis inminente
«El retraso en los pagos está comprometiendo la cadena operativa del sistema eléctrico, lo que podría traducirse en una grave escasez de insumos, afectaciones en el mantenimiento de la red y un incremento en los apagones, lo que agravaría la crisis económica y deterioraría la calidad de vida de la población», advirtió Fuertes.
Además, señaló que los contratistas de las EDE, quienes también mantienen deudas con los suplidores, enfrentan serias dificultades para cumplir con sus compromisos, agravando aún más la situación.
Puedes leer: Cree Gobierno da palos a ciega en sector eléctrico
«La cadena de impagos está generando un efecto multiplicador que pone en jaque a las empresas prestadoras de servicios eléctricos. Si no cuentan con los materiales necesarios, no podrán garantizar ni el mantenimiento ni la expansión de la infraestructura eléctrica», enfatizó.
Llamado urgente a las autoridades
Ante este panorama, ASUME insta al Consejo Unificado de las EDE y a su presidente a intervenir de inmediato para que las distribuidoras cumplan con sus compromisos financieros en los términos acordados.
Puedes leer: Apagones prolongados: comerciantes advierten sobre crisis insostenible
«Esta situación está generando cuantiosas pérdidas económicas para suplidores, contratistas y prestadores de servicios del sector eléctrico. De no resolverse con urgencia, el país podría enfrentar una crisis energética sin precedentes», concluyó Fuertes.