Este 27 de febrero tuvimos la honrosa oportunidad de celebrar nuestra fiesta patria en China. Grata experiencia que nos permitió palpar el aprecio y el gran respeto de que somos objeto los dominicanos en todo el mundo.

Asistimos complacidos a la ceremonia que, en ocasión del 179 aniversario, ofreció la embajada dominicana en China. El enorme salón del hotel Kempinzki, de Beijing, resultó pequeño para numerosa cantidad de personalidades del mundo diplomático, político, empresarial, académico, entre otros, que acudió a darnos el abrazo, identificarse y rendir homenaje a la gesta gloriosa de nuestra Independencia, al pueblo dominicano y sus gobernantes.

El entusiasmo que reinó en tan cálido ambiente caribeño -con lo mejor de nuestro folklore-, mostró una vez más lo que nos caracteriza como buenos anfitriones y mejores amigos. Vale reconocer el poder de convocatoria manifestado en el evento en favor de nuestro embajador en China, Briuni Garabito y el formidable staff que le acompaña.

Entre los atractivos del encuentro, destaca una colectiva de tres pintores chinos, que recogen en sus lienzos al óleo diferentes aspectos de la cotidianidad criolla, bajo el título Impresiones de la República Dominicana.

La presencia numerosa de tan selecto y variado público, de principio a fin, reafirma la altamente positiva evaluación de que nuestro país ha sido merecedor, en virtud de las excelentes gestiones del servicio exterior nuestro, en diferentes áreas y países. Desde luego, la confianza que ha despertado el honesto y efectivo gobierno del presidente Luís Abinader, ha sido determinante en este logro.

Por lo pronto, el aporte que, en materia de diplomacia, hoy reseñamos, es solo una muestra, la que cabe felicitar y reconocer. Que sirve, además para indicar el notable avance logrado en las relaciones diplomáticas entre China y República Dominicana, a punto de celebrar cinco años el próximo primero de mayo.