Ni siquiera el oro y su reputación de ofrecer seguridad en tiempos convulsos sobrevivió ayer al pánico en Wall Street generado por nubarrones en la economía estadounidense.

Las bolsas en Estados Unidos y varios mercados financieros se desplomaron por el temor a una violenta devaluación del dólar. Hacía tiempo que no se veía un temor tan generalizado causado por una posible desaceleración de la economía estadounidense.

Además de muchos otros efectos la caída de un 1 % de la cotización del oro golpea la economía dominicana, la cual ha tenido en el metal una de sus fuentes de divisas.

Por lo menos hasta ayer en la tarde los indicadores de las principales agencias tenían números negativos.

Las caídas, según las agencias internacionales, fueron solo las últimas de una ola de venta global que comenzó la pasada semana.

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Los analistas sostienen que el Nikkel 225 de Japón contribuyó a la caída con un desplome de 12.4 %, su peor día desde el desplome del “Lunes Negro de 1987”.

Corea del Sur registró una caída de un 8.8 % y las bolsas europeas se hundieron en promedio más del 1 %.

Nadie ha salido airoso de una caída que los analistas relacionan con la prolongación en Estados Unidos de altas tasas de interés dispuestas por la Reserva Federal para controlar la inflación.

Nadie está exento de los efectos de la crisis financiera. Por aquí hay que confiar en que las autoridades dominicanas tomarán las previsiones para por lo menos amortiguar el impacto del desplome bursátil.