Los dominicanos celebran hoy una de las más trascendentes festividades, la que con mayor ahínco convoca a la familia para rendir tributo de gratitud y adoración a ese ser que ostenta la sagrada condición de madre, en cuyo vientre se forma y se forja la vida, fuente de amor, sabiduría, solidaridad, valor y perdón.
De común se dice que todos los días del calendario deberían dedicarse a retribuir entre abrazos y besos el caudal de sacrificio, ternura, comprensión que depara esa mujer para quien cada hijo representa el tesoro más valioso sobre la tierra.
La mujer cumple roles trascendentes en la conformación y consolidación de la familia, en su condición de esposa, madre, ama de casa, maestra, confidente, consejera, además de condición de hija y mentora de hogar, a lo que se agregan compromisos laborales, académicos o sociales.
Es la madre quien se coloca en primera línea para defender a su familia contra las embestidas de crisis económicas, discriminación, exclusión, inseguridad e inequidad, tanto así que los hijos literalmente buscan siempre cobijo en el regazo de su progenitora.
El Estado tiene añejas deudas pendientes con las madres dominicanas y la mujer en sentido general, como garantizar un sistema de educación pública de calidad, servicios de salud accesibles, derecho a la vivienda, inclusión e igualdad en el empleo y garantía de seguridad ciudadana.
Los feminicidios y las diversas formas de acoso físico y moral contra la mujer constituyen flagelos que Gobierno, Ministerio Público y Orden Judicial deben prevenir, combatir y sancionar, porque son muchos los niños y adolescentes hoy huérfanos porque sus madres fueron asesinadas por hombres despechados.
El buen hijo recuerda hoy a su progenitora fallecida con la colocación de un manojo de flores sobre su tumba, o con ruego al Altísimo por su descanso eterno, como también los ausentes procuran comunicarse con su progenitora para reiterarle votos de abnegación filial.
El Nacional aprovecha tan trascendente festividad para enviar calurosa felicitación a todas las madres dominicanas, brindar por su ventura personal, las de sus hijos y nietos, así como por la consolidación de la familia en el entorno de una sociedad proveedora y garantista de derechos.