Desde que se anunció que el Gobierno había autorizado la importación de plátanos, apenas han ingresado al país 16 contenedores con ese alimento, lo que prueba que el alza exorbitante en su precio fue más producto de la especulación que de una escasez causada por la sequía y agravada por la tormenta Érika, de acuerdo a una fuente del sector.
Se dijo que incluso, algunas empresas ligadas a la comercialización de ese rubro y que tras el anuncio del Gobierno de que autorizaría la importación solicitaron permisos, los han devuelto, debido a que entienden ya no existe la necesidad de importar plátanos.
La fuente de este diario dijo que el Gobierno y los productores y comercializadores habían estimado que sería necesaria la importación de cuatro millones de unidades, pero a varias semanas de haberse abierto las importaciones, apenas han ingresado, por esa vía unas 900 mil unidades.
“Desde el mismo momento en que se anunció que el Gobierno dejaría abierta las importaciones de plátanos hubo una caída libre de los precios”, dijo el informante de El Nacional.
Se recuerda que como consecuencia de la sequía y posterior al paso por el país de la tormenta Érika, en los primeros días de octubre, hubo un incremento desproporcionado de los precios del plátano que llegó hasta los 35 pesos la unidad, desatando una campaña humorística en los medios de comunicación, con mayor énfasis en las redes sociales, catalogando ese alimento, básico en la dieta dominicana, como un artículo de lujo.
Sin embargo, a partir del 9 de octubre, cuando el Gobierno a través del Ministerio de Agricultura anunció que autorizaría la importación del alimento, se produjo un proceso de reducción de los precios que lo ha llevado a ser comercializado a sus precios habituales.
Incluso, en las cadenas de supermercados que han importado plátanos se oferta al público la unidad a 12 pesos.
La baja en el precio del plátano es al punto de que vendedores ambulantes ofertan lo ofertan (de producción nacional, no importado) hasta a seis pesos la unidad, lo que confirma el planteamiento realizado por el rector del Instituto Superior de Agricultura, Benito Ferreiras de que el alza de los precios no era por la sequía, sino por la especulación.
Ese planteamiento fue secundado por el vicepresidente ejecutivo de la Junta Agroempresarial Dominicana, ingeniero Osmar Benítez, quien dijo entonces que el precio a que se estaba adquiriendo el plátano en las fincas, muy bajo, no justificaba el precio final a los consumidores.
