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Difícil con Dilma y Lula

Difícil con Dilma y Lula

Chiqui Vicioso

Si fuese yo quien hiciera esta afirmación no tendría importancia, pero quien la hizo fue el Sumo Pontífice de un billón, 359, 612 católicos en el mundo, según el censo del 2021: el Papa Francisco.

En una entrevista con CSN, antes de su última hospitalización, el Papa denuncio lo que llama “lawfare”, o utilización de la Ley como instrumento de persecución política, mencionando a algunos políticos latinoamericanos que en su opinión se han visto enfrentados por esa práctica.

Primero, “abren camino los medios de comunicación”. “Hay que impedir que este llegue a tal puesto y entonces le dan, le empezamos a dar”. “Y lo califican y le meten la sospecha de un delito”. “Entonces se hace todo el sumario, que suelen ser sumarios grandísimos, donde no se encuentra el delito, pero para condenarlo basta el volumen del sumario”. “Así fue condenado Lula”, continuó.

Junto con Luis Ignacio Lula Da Silva, el Papa Francisco también consideró como una víctima del “lawfare” a la ex_mandataria brasileña Dilma Rouseff, que cayó por esa misma práctica. “Que pasó con Dilma Rouseff? No pudieron. Una mujer de manos limpias, excelente mujer. No pudieron. Y con Lula, lo metieron en cana, (la cárcel) y no pudieron”.


“Con el olor del delito, que lo llaman “Fumus Delicti”, a veces el humo del delito que se pierde porque no tiene fundamento, y quienes van por ese camino, usan el olor del delito como realidad y empiezan con los medios de comunicación, a arrinconar a la persona con el “lawfare” y después, ya al final, proceder es fácil”.

En este sentido, el Papa Francisco admitió (ojo dominicanos y dominicanas que no recuerdan que los jueces de hoy no fueron nombrados por este gobierno y duran en el cargo ocho años, cuando juzgan al gobierno por las sentencias de cárcel domiciliaria) que “un juez siempre crea jurisdicción”, porque “su creatividad va por allí también”, aunque debe “tratarse de una jurisdicción armónica con el derecho”, “porque te encontrás con un juez que te crea una jurisdicción totalmente opuesta a la verdad, es un chastipuffi (chantajista) como decimos nosotros”.

Durante la entrevista, el Papa Francisco también expresó una gran preocupación con el avance de la ultraderecha: “La ultraderecha se recompone. Es curioso. Porque es centrípeta, no centrífuga. No crea hacia afuera posibilidades de reforma. Su único antídoto es la justicia social. No hay otro”.

“Si querés discutir con un político de ultra derecha, con un pensador de ultra derecha, habla en horizontal de la justicia social”.

Y, añado, rindiendo tributo al Gordo Oviedo, que, como yo, fue intransigente en su defensa de Lula y Dilma, que siempre: la verdad nos hara libres.