El respaldo de los vendedores de todo tipo de mercancías, aunque también se hayan dado sus quejas, es un buen inicio del rescate de la convulsa y endemoniada Duarte con París.

No se trata, por lo visto, de desalojar a los buhoneros, sino de mejorar sus condiciones laborales y su calidad de vida. Con el paso del tiempo la zona devino en un antro de insalubridad e inseguridad para comerciantes, compradores, vecinos y transeúntes. Pero ese caos animaba el comercio de la periferia.

El proyecto, que supone una inversión de 100 millones de pesos, no debe tener, a diferencia de otros tiempos, vuelta atrás. Es mucho lo que se había hablado desde antes que el exalcalde y hoy ministro de Turismo, David Collado, asumiera la transformación del sector, pero nunca se había comenzado con la determinación que se advierte.

La primera etapa abarca desde la calle Jacinto de la Concha hasta la José Martí e incluirá el desmonte de destartaladas casetas y otras acciones para rescatar y dar esplendor al espacio. La cooperación de los buhoneros es un buen punto de partida que las entidades envueltas en el proceso tienen que valorar al máximo.