Por sus duras e infundadas acusaciones contra República Dominicana por las repatriaciones de haitianos indocumentados, se ha solicitado la destitución de la canciller del vecino país, Dominique Dupuy.

Seis de nueve miembros del Consejo Presidencial y varios asesores habrían pedido al primer ministro Garry Conille, según medios de prensa, una amonestación o la destitución de la agresiva diplomática.

Al protestar en forma airada contra las repatriaciones de sus compatriotas, que este país ejerce como derecho, Dupuy las ha calificado de brutales y racistas, pero sin presentar la menor prueba en cada caso.

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En la sesión extraordinaria de la OEA convocada por Haití para abordar las supuestas violaciones de los derechos humanos en que se incurre en las repatriaciones la diplomacia del vecino país no encontró apoyo en ningún delegado internacional.

Con sus destempladas acusaciones la canciller Dupuy no ha hecho más que alejar el diálogo y la posibilidad de que los dos países lleguen a un acuerdo sobre las repatriaciones masivas. Ahora son los suyos quienes consideran que se ha excedido y quieren que el primer ministro le pida su dimisión.