La canciller haitiana, Dominique Dupuy, se comporta como si fuera enemiga o el problema de su país es República Dominicana.
Al alertar a la comunidad internacional sobre “brutales redadas” en la repatriación de sus compatriotas, incurre en una mentira.
Desde que se inició el plan para deportar hasta 10 mil extranjeros indocumentados no se ha verificado el primer atropello en los operativos.
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La arenga de grupos que piden más drasticidad en las repatriaciones de haitianos no puede tomarse como muestra de atropello en los operativos que encabeza la Dirección de Migración.
Pero la canciller haitiana también sabe que las puertas han estado siempre abiertas para el diálogo frente a cualquier violación en que se incurra en las repatriaciones. Con su falsa denuncia tal parece que su mayor interés es que se presione contra las repatriaciones.