1.-La primera lección que recibí del mundo espiritual es mantener siempre a la muerte como consejera.
2.-Creernos inmortales ha sido siempre la gran cantera de nuestros errores, olvidando que una vez en el ataúd somos apenas predio de gusanos y que nada de lo que afanamos por acumular se va con nosotros a la tumba.
3.-Los egipcios trataron de resolver este dilema haciendo que los enterraran con sus esposas y animales, con sus pertenencias más preciadas, las cuales aparecen reducidas al polvo cuando, algún antropólogo los desentierra.
4.-Ese creernos inmortales, sería otro de nuestros auto-engaños más lastimeros si no condujera a la soberbia, según la Biblia el más aborrecido por Dios pecado de la humanidad.
5.-Y es precisamente la soberbia un virus nacional que parece infectar aun a los más jóvenes. Así presenciamos, en el servicio exterior, a un joven equipo asesor que no solo alardea de su poder, sino que conduce al gobierno a reponer como embajadores a gente innoble e incapaz, como una ex peluquera, hoy designada en Suecia, cuyo mérito en Viena era alardear de su “cercanía” con Danilo y su agresiva promoción de Gonzalo.
Un equipo asesor juvenil que mantiene en Viena, como embajador alterno, a un ex embajador en Ecuador que atropelló a una joven agente de tránsito cuando esta trato de impedir que se accidentara en una calle en reparación, en sustitución de una veteranísima y respetada ex oficial de la ONU, aun a la espera de su reposición.
6.-Hoy Trump, paradigma de la soberbia, juega a revivir una guerra civil entre el sur y norte de su país, resistiéndose a entender la brevedad de su paso por la Historia, estigmatizado por las jaulas de metal donde encerró a nuestros niños y todas esas lágrimas infantiles que son el lastre que cargara en su descenso a todos los infiernos.
7.-Decia que hasta el 2020 no entendíamos la ley divina de asumir la muerte como consejera, porque solo un virus nos recordó la inmensa fragilidad del hombre y su naturaleza depredadora del planeta y de otros hombres y mujeres, que como el también tienen derecho sino a la felicidad a la sobrevivencia.
8.-2020 fue tiempo de llantos. Acaba de fallecer de COVID, Andrés Acosta, joven aprendiz de mecánico que llegó a ser un brillante teórico del cine y talentoso cineasta. Y, la lista es larga.
9.-Ojalá que este 2021 seamos más osados y valientes en la práctica de nuestros ideales, menos mezquinos en nuestro ejercicio del poder. Más apasionados con la praxis del amor al prójimo, único mandamiento donde todos se resumen y única verdad que justifica la brevedad de nuestro paso por este valle de lágrimas y risas.
Por. Chiqui Vicioso
luisavicioso21@gmail.com
