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El motoconcho un mal necesario, según usuarios

El motoconcho un mal necesario, según usuarios

Santo Domingo.-Un mal necesario, así catalogan la mayoría de las personas que usan el servicio del motoconcho, a pesar de que es un medio de transporte semiformal, rápido, económico y práctico, con algunos peligros para el que lo utiliza. También en el mismo se cometen todo tipo de infracciones.

En el país hay registradas, según datos de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), casi tres millones de motocicletas.

En el 2019 la DGII registró dos millones 573 mil 494 motocicletas y para el 7 de enero del año 2021, el total había aumentado a dos millones 695 mil 457 para un incremento de 121 mil 963 motocicletas en diferencia del año anterior.

En su informe detalla, además, que las provincias con mayor flujo de motores son el Distrito Nacional con un 26%, Santo Domingo un 11%, La Vega 6.8%, San Cristóbal y Santiago Rodríguez con 5.4%, Monte Cristi y la provincia Duarte 3.7% y las demás provincias rondan en 1 y 2%.

De estas motocicletas, el 17 por ciento ha sido adquirida por mujeres y el 83 por ciento por hombres.

El motoconcho como oficio o trabajo se inició por los años de 1982, tras la crisis de combustibles y económica que afecto al país.

Al conversar con uno de los primeros motoconchistas de Santo Domingo, Rafael Familia, éste narró que ejerció el oficio de motoconcho por décadas, y que inició el oficio en el año de 1982, en un motor Honda Super Cub (C70), el servicio no era tan demandante porque existían pocas paradas de motores.

Familia explicó que empezó a motoconchar después que la compañía para la que trabajaba quebró y se vio en la necesidad de comenzar a ejercer ese oficio para mantenerse.

Recordó que su ruta era desde Las Palmas de Herrera (ahora Santo Domingo Oeste) hasta el Olimpo (Villa Aura) y que el costo del pasaje era de 50 centavos en adelante. Añadió que pertenecía a un sindicato, pero no estaban registrados por ningún organismo estatal.

“Yo era mensajero de una financiera en el gobierno de Salvador Jorge Blanco en los años 1982-1986 y colapsó y con la liquidación que me dieron compré un motor 70 en 1,200 pesos, al no encontrar otro empleo tuve que dedicarme al concho, desde el semáforo de Las Palmas de Herrera hasta el Olimpo, ese tramo era muy largo y en ese entonces no habían carros que llegaran a ese residencial donde laboraban mujeres en esas casas de familias. Todavía recuerdo que cobraba entre 50 a 75 centavos y me daba para mantener a mi familia, en la parada habían 15 motores; luego, al tiempo pasé a trabajar en otra parada en el sector Los Girasoles III, hasta el día de hoy que soy chófer de guagua del trasporte público”, manifestó Familia al ser entrevistado por periodista de El Nacional.

En el oficio del motoconcho algunos dicen que tiene alrededor de 50 años, pero según datos en Google, este oficio o trabajo, nace en el año 1978 en el municipio de Haina (San Cristóbal), transportando pasajeros al puerto. Sin embargo, es en el 1982 donde arranca como oficio “per se”, debido a una crisis de combustibles que afectó el transporte público de pasajeros en esa época. Además a esto se le agregó la caída de los ingenios azucareros y el cierre de zonas francas.

Cristian Calderón, presidente de la Asociación de Motoconchistas (ASOMOGI) en el sector de Los Girasoles III, y que tiene 20 años al frente de la misma, explicó que el oficio de “motoconcho” ha crecido tanto por la falta de educación y el desempleo.

Manifiesta, también, que el oficio es una de las salidas más rápidas para que los padres de familia puedan buscar el sustento de sus hijos, y que para que los jóvenes no se pongan a delinquir. Subrayó además, que el motoconcho ha contribuido con el fluyo del tránsito, ya que llega donde aún no hay rutas de carros.

“Creo que ha progresado porque el parque vehicular aumentado y el motor de dos gomas es más fácil y rápido para manejarse. Los padres pueden conseguirle la comida a sus hijos, y los jóvenes no se pongan a delinquir en las calles, es un desahogo, las personas llegan temprano a sus puestos de trabajo y a cualquier otro lugar, tengo más de 35 motores, desde la seis de la mañana hasta las tres de la madrugada”, acotó Calderón.

Un mal necesario, así catalogan la mayoría de las personas que usan el servicio del “motoconcho” a pesar de que es un medio de transporte informal, rápido, económico, práctico, con algunos peligros para el que lo utiliza, también en el mismo se cometen todo tipo de infracciones y en país hay registrados más de dos millones de motocicletas.

Señaló también que hay muchos que se meten a conchar para realizar fechorías. “Aquí habían dos en mi parada que tuvieron un inconveniente feo, cayeron preso y fui y lo saqué y hasta la fecha no han cometido más errores, porque yo ayudo y cuido mis motoconchistas. ¡Hay muchos jóvenes que pertenecían a mi parada que se han preparado profesionalmente conchando!, expresó en tono de orgullo.

Igualmente, detalló que los requisitos para pertenecer a una parada o para la que él preside, se le solicita la matrícula del motor, copia de cédula, números de teléfonos de él y un familiar, y un depósito de RD$1000 en adelante. Luego se le manda hacer un chaleco de identificación con foto.

Haitianos y venezolanos en el motoconcho

Tiempo atrás sólo se veían dominicanos realizando esta labor, pero en la actualidad se han incorporado haitianos, venezolanos y de otras nacionalidades. Los motoconchista pueden llevar al usuario donde le requieran tanto a lugares de trabajo, escuelas, centros comerciales, salones de bellezas, bares, restaurantes, iglesias, deportivos, campos entre tantos otros lugares.

INTRANT y el registro de motores

El director de comunicaciones del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), Ramón Baldeyaque, explicó que el proceso de registro de motocicletas avanza satisfactoriamente en los centros establecidos en Santo Domingo, Santiago de Los Caballeros, La Romana, Higüey, Duarte, San Cristóbal y Hato Mayor.

Dijo que hasta la fecha se han registrado y rotulado más de 361 mil motocicletas y agregó que se está realizando un levantamiento de los años 2020-2021, para conocer cuántas paradas de motores están establecidas en el país.

El Intrant realiza un plan de registro de motocicletas en todo el país

En ese mismo tenor, el Registro Nacional de Motocicletas, en cumplimiento de la Ley 63-17, establece de obligatoriedad, el uso del casco protector rotulado con la placa de la motocicleta, así como la obtención de la licencia de conducir categoría 1, con un costo de RD$600,00. La misma dura un período de tres años.

Por otro lado, también existe desde el año 2017 otra forma de los motoconchistas buscarse la vida, y es la de UberMoto, un servicio que puedes pagar en efectivo o con tarjeta. Este transporte se expande en casi todo el país.

Roberto Rosario, quien tiene cuatro meses trabajando para esta compañía, dijo que eligió mejor ofrecer servicio de motoUber y no pertenecer a ninguna parada porque como motoconcho “se coge mucha lucha para conseguir 500 pesos”.

“Mira sin embargo aquí consigo 1000 pesos en un ratico y no me gusta emplearmele a nadie”, manifestó Rosario.

Las motocicletas o aparatos de dos gomas también han sustituido desde hace unos años a los caballos, burros y mulos que eran usados para el transporte de carga en los campos y pueblos del país.

Randy Solís, motoconchista que también pertenece a la parada ASOMOGI, de Los Girasoles III, manifestó que tiene laborando 10 años en dicha parada porque no tiene un empleo fijo y que ya vive del mismo.

“Yo vivo de esto y es un trabajo como cualquier otro, mayormente uno se busca de 1000 pesos en adelante, aparte de lo uno gasta en el día, lo que le pago a los prestamistas, le echo de 200 a 300 pesos de gasolina diario o interdiario; los pasajes rondan entre 30 y 50 pesos el mínimo y si es de noche cambia de 100 a 150 dependiendo. ¡Y hay veces que uno llega sin nada a su casa!. También somos víctimas de atracos, hay quienes nos montan y luego nos quitan el motor nos hieren y hay quienes han perdido la vida en este trabajo”, respondió Solís a periodista.

Sin embargo, Yan Alma, de nacionalidad haitiana, dice que tiene 22 años realizando dicha labor y expresó que hace mucho tiempo este oficio resultaba pero que ahora no, sólo consigue para la comida.

“Ahora no resulta tanto como antes porque hay demasiadas gente conchando; lo que yo pico ahora son de 700 a 1,200 pesos, aparte echarle gasolina al motor y resolver otros gastos diarios en el transcurso del día”, sostuvo Alma.