Mundo

El papa: «Me preocupa oír hablar de jóvenes atrincherados detrás de una pantalla»

El papa: «Me preocupa oír hablar de jóvenes atrincherados detrás de una pantalla»

Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco mostró hoy su preocupación ante tantos jóvenes que viven “atrincherados detrás de una pantalla” y pidió a la juventud ser creativa, pues “la creatividad nos invita a escapar de la adicción a lo virtual”, en una audiencia a la Asociación de Jóvenes Profesionales del Instituto italiano Toniolo.

“Es triste ver a jóvenes apáticos y anestesiados, tumbados en sofás en lugar de trabajar en las escuelas y en las calles, doblados sobre su pantalla en lugar de un libro o un hermano necesitado. Es triste. Jóvenes profesionales por fuera y sin vida por dentro, que, exprimidos por el deber, se refugian en la búsqueda del placer”, dijo el papa.

Y agregó- “Me preocupa oír hablar de jóvenes atrincherados detrás de una pantalla, cuyos ojos reflejan luces artificiales en lugar de dejar brillar su creatividad”.

Lee también: El papa pide a los jóvenes que difundan buenas noticias en redes sociales

Y les invito a ser creativos, porque “la creación nos invita a ser a nuestra vez creadores de armonía y belleza; escapar de la adicción a lo virtual, del mundo hipnótico de las redes sociales que anestesia el alma, para ofrecer a los demás algo nuevo y hermoso”.

El papa lamentó que hoy en día, “algunos jóvenes parecen estar exprimidos, es decir, convertidos en objeto de actuaciones cada vez más exigentes, corren el riesgo de ver secarse el jugo de la vida».

Asimismo, animó a los jóvenes a donar sus vidas, a arriesgarse en la vida para descubrir que ellos mismos son un don “porque en el contexto occidental en el que vivimos rodeados de dones y regalos, de muchas cosas a veces inútiles, inmersos en productos fabricados por el hombre que nos hacen perder el asombro ante la belleza que nos rodea».

En su discurso a los jóvenes también elogió el uso de la diplomacia para conseguir la paz y lamentó que “gran parte de la diplomacia parece haber olvidado su naturaleza como recurso llamado a cerrar la brecha cada vez más profunda en las relaciones entre naciones».