En tanto el turismo se afianza como espina dorsal de la economía, liderando el proceso de recuperación tras la pandemia sanitaria, intrigan denuncias sobre supuestos robos en hoteles y pérdidas de equipajes de visitantes extranjeros.

Son situaciones que pueden darse y que se han dado en muchas ocasiones, aunque hoy existen más controles para prevenirlas y perseguirlas. La vigilancia a través de cámaras y otras herramientas ha contribuido a reducir a su mínima expresión la ratería en puertos aéreos y marítimos, así como en hoteles contra visitantes y huéspedes.

Las denuncias pueden ser parte de alguna campaña para hacer daño a una industria, y por ende a la economía, que en el período enero-agosto generó 5,759.1 millones de dólares.

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Según las autoridades, República Dominicana ha sido el primer país en lograr la recuperación total a niveles que superan la prepandemia. Solo en agosto arribaron al país 621,953 visitantes extranjeros, proyectándose que el año cerrará con una cifra récord de más de siete millones de turistas.

Las perspectivas de la industria no pueden ser más auspiciosas a pesar de los nubarrones que ensobrecen el panorama internacional. Pero las autoridades tendrán que estar muy atentas a acciones y denuncias que no se descarta persigan hacer daño a la nación. Y no solo por cuestión de competencia económica, sino por otros intereses.