Editorial

El virus de la inflación

El virus de la inflación

El tema  del aumento en las tasas de variación  de los índices de precios se erige como  el principal reto que deberá afrontar el Gobierno durante  este año para garantizar relativa estabilidad macroeconómica y consolidar la gobernanza social.

La Comisión Económica para América Latina (Cepal) ha advertido sobre el riesgo de que la persistencia de presiones inflacionarias puede quedarse de manera permanente en la región, por lo que  instó a implementar medidas más  allá del aumento de las tasas de interés.

 República Dominicana fue el segundo país de Centroamérica donde más aumentaron los precios entre agosto de 2020  e igual mes  de 2021, con un 7.9% de inflación, por lo que resulta imperativo que el Gobierno preste mayor atención a tan delicado problema.

Con el incremento de las tasas de referencia monetaria, el Banco Central ha actuado  diligentemente  para  evitar un sobrecalentamiento  de la economía a causa de un exceso de  circulante matizado por la amplia cobertura de financiamiento a los sectores productivos y hogares  durante la pandemia para estimular la recuperación económica.

La Cepal ha recomendado mantener una mayor coordinación  entre políticas fiscales, monetarias, cambiarias y macro prudenciales, lo que quiere decir que  el Gobierno debería  acompañar  con acciones financieras y fiscales el programa monetario impulsado por el banco emisor.

El país  tuvo un aumento del Índice de Precios al Consumidor (IPC), durante el indicado periodo por encima del promedio  centroamericano, incluido México, que fue de un 5.3 %, así como el de la región latinoamericana que ascendió a 6.4 %.

La mayoría de los organismos multilaterales sitúan la proyección de crecimiento de la  economía dominicana para 2022 en alrededor de un 5.5 %, superada solo por la de Panamá, con un 7.3 %, aunque debería advertirse que ante un persistente  incremento inflacionario, ese incremento del PIB se volvería sal y agua. 

El crecimiento  económico en 2021, de un 12 % del PIB, indica que la demanda interna se ha incrementado en contraste  con un sector externo matizado por  aumento de precios en materias primas básicas como el petróleo y commodities de origen agropecuario, lo que implica  riesgo de aumento de la inflación con mayor afectación sobre los sectores más vulnerables. Una bomba de tiempo.

El Nacional

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