Opinión Editorial

Guerra comercial

Guerra comercial

El presidente Donald Trump anunció ayer la aplicación de aranceles de al menos un 10 % sobre casi todos los bienes que ingresan a Estados Unidos, con tasas más altas a productos de China (34 %), Unión Europea (20 %), Taiwán (32 %), Japón (24 %), India (26 %) y Corea del Sur (25 %), lo que se considera el inicio en firme de una guerra comercial a nivel global.

Las exportaciones de República Dominicana al mercado estadounidense pagarán un arancel del 10 %, a pesar de que el país forma parte del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Centroamérica, penalidad mínima también aplicada a la mayoría de los países de la región.

Trump justificó el tropel de alzas arancelarias al señalar que su gobierno defiende a los agricultores y ganaderos que dijo “son brutalizados por naciones de todo el mundo”, aunque no se refirió a los efectos que tendría esa iniciativa en términos de crisis económica y aumento de la inflación.

Mas del 80 % de las exportaciones dominicanas van dirigidas hacia Estados Unidos, incluido las generadas por las zonas francas, por lo que la aplicación de un arancel adicional del 10 % amplía el déficit en el intercambio comercial entre ambos países, además de significar un traspié para la economía local.

La guerra comercial se inició con los aumentos de aranceles a las importaciones de acero, aluminio y automóviles y se ha expandido a nivel global con el anuncio ayer del presidente Trump de que aplicará en forma inmediata arancel recíproco sobre casi todos los productos que importa Estados Unidos.

La presidenta de la Comisión Europea advirtió que los países que conforman ese conglomerado responderán a la iniciativa de Washington, para lo cual “tenemos un sólido plan para hacerlo y lo utilizaremos”, en tanto que los gobiernos de Japón, India, China y Corea del Sur y Canadá adelantaron que aplicarán medidas recíprocas.

Se ha dicho que los impuestos aduaneros anunciados por Trump procuran restaurar la capacidad manufacturera estadounidense y equilibrar su deficitaria balanza comercial, pero la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, dijo que esa política arancelaria amenaza con afectar la actividad económica mundial.

Ese vendaval arancelario anunciado por el presidente Trump toca la epidermis de la economía dominicana, lo que obliga al Gobierno y al sector productivo a voltear rostros hacia un sector externo matizado por la incertidumbre que provoca el advenimiento de una guerra comercial sin precedentes que podría despertar los demonios de la recesión, inflación y crisis geopolítica a nivel global.

El Nacional

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