Cuando Eloy Jiménez ha tenido la oportunidad de mantenerse saludable y en el terreno de juego, demostró su calidad dejando evidencia de lo importante que es para las aspiraciones de los Chicago White Sox.

En 2021 una ruptura del tendón pectoral lo sacó de acción seis meses y solo pudo jugar en 55 encuentros y en la temporada actual la lesión del tendón de la corva lo limitó a 84 juegos.

Jiménez consideró esta semana que en la temporada pasada el percance en su salud se debió a “un error que pasa en el juego” y que lo ocurrido en 2022 tal vez fue por su estado físico.

“Uno con los ánimos calientes en el juego, detrás de una pelota, uno no piensa que va a pasar nada y tuve esa fractura”, expresó Jiménez sobre lo ocurrido en 2021 en un encuentro con los medios en República Dominicana. “Pero gracias a Dios me siento bien, he trabajado en algunas cosas. Mi preparación ha sido diferente. Este año es clave para mantenerme saludable.”

El jardinero de 26 años nativo de Santo Domingo apuesta por una temporada 2023 de cambios, pero se aferra a la idea que los procesos se deben dar de manera “orgánica” luego de la salida de José Abreu, firmando con los Houston Astros, y la contratación del también patrullero Andrew Benintendi.

“Yo no lo voy a elegir. Voy a esperar que suceda orgánicamente que cuando uno fuerza las cosas la gente no te respeta”, declaró Eloy sobre si de ahora en adelante le toca asumir el liderazgo vacande que deja el cubano Abreu después de 9 temporadas con el equipo de Chicago. “Si no soy yo, puede ser otro. Pero si me toca yo voy a asumir mi responsabilidad tal y como es.”

Andrew Benintendi acordó un contrato de 5 años y $75 millones de dólares durante esta temporada baja, algo que varias voces pudieran declarar como una competencia directa en los jardines para Eloy.

Por: Eugenio Miranda
ESPN