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En establecimientos más vigilancia

En establecimientos más vigilancia

La extensión del horario para el expendio de bebidas alcohólicas ha convertido a los colmadones en salas de fiestas en estos días. Con música, picaderas y bebidas los establecimientos son desde hace mucho tiempo uno de los principales centros de diversión de los barrios populares. Pero ahora con la proliferación del ómicron, la contagiosa variante de la covid, y el incremento de los infectados por el virus las autoridades tendrán que redoblar el protocolo sanitario en los famosos colmadones, que además de propiciar las aglomeraciones suelen excederse en el volumen de la música.

Vecinos que han denunciado intranquilidad han insistido en el peaje que cobran patrullas de la Policía que deben velar por el orden y el cumplimiento de las medidas sanitarias. Que la gente se divierta es saludable. Pero el cuadro sanitario que se plantea demanda mucha vigilancia en todos los lugares que supongan aglomeraciones para prevenir la propagación del ómicron o de la propia covid.

Ahora mismo se tiene que obligar a que se exija la tarjeta de vacunación y se utilice la mascarilla en los lugares cerrados. Pero también en los estadios de béisbol, centros comerciales y en todos los lugares que sea necesario. Por descuido, tolerancia o las razones que fueren las autoridades no pueden permitir, bajo ninguna circunstancia, que las fiestas ni las actividades de estos días marquen un retroceso en la lucha contra la pandemia. Hay que verse en el espejo de los países que hoy han tenido que endurecer las restricciones.

El Nacional

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