El panorama en la vecina República de Haití se torna más sombrío con el asesinato de dos monjas y la masiva movilización de amplios sectores en contra de la violencia.

El Gobierno promete medidas contra las pandillas, pero sin encontrar la manera de garantizar la seguridad a la población.

Con todo y el despliegue de las tropas extranjeras lideradas por Kenia, el uso de drones explosivos y el desplazamiento en unidades blindadas, las pandillas, a decir de los ataques, han ganado más poder. Hoy controlan más territorio en su bastión de Puerto Príncipe.

Las religiosas cayeron durante un brutal ataque contra una comisaría de policía, una prisión, comercios y otros establecimiento.

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Durante la incursión de los pandilleros unos 529 huyeron de la prisión. Hastiada la incapacidad del Gobierno para restablecer la seguridad y el orden algunos vecinos se han agrupado para enfrentar a los pandilleros por su cuenta.

Pero también para tomar las calles en reclamo de más acciones del Gobierno contra las bandas criminales. Tras el asesinato de las dos monjas han aumento también las peticiones para que renuncien todos los miembros del Consejo Presidencial.