Jerez Wisky- juliocesar.jerezw@hotmail.com

Sin lugar a dudas que uno de los funcionarios más dedicado y competente de la presente administración pública es el licenciado César Cedeño Ávila, lo cual decimos no por halagar al interesado, sino porque responde a una simple y conocida verdad.

Para demostrar lo cierto de nuestra afirmación citaremos los nombramientos expedidos por el presidente Luis Abinader, mediante el cual designó como administrador general de Bienes Nacionales y director ejecutivo del Consejo Estatal del Azúcar, cosa que es raro de ver en los tiempos que corren, mediante su decreto 745-2021.

No se trató de un halago del Poder Ejecutivo sino un reconocimiento a la forma brillante con que el licenciado Cedeño Ávila desempeñó la cartera de Deportes, Educación física y Recreación en el mandato del ingeniero Agrónomo Hipólito Mejía, durante los años 2000-2004.

El licenciado Cedeño Ávila es de esos funcionarios a quienes le gusta trabajar largos horarios durante la mayor parte de su tiempo para tener bajo absoluto control las tareas que le han sido asignas.

El Consejo Estadal del Azúcar fue creado por el dictador Rafael Leónidas Trujillo en la década de los años 1950 para tener bajo su absoluto control los 10 ingenios de su propiedad los que mantuvo hasta la hora de su muerte, el 30 de mayo de 1961, y que poco a poco se fueron deteriorando hasta casi desaparecer como sucede actualmente en que apenas quedan dos, uno en Barahona y otro en Consuelo.

De la administración general de Bienes Nacionales solo hay que decir que se trata de una entidad Estatal, para colocar bajo sus responsabilidades administrativas de los bienes oficiales sin distinción de ninguna clase.

El pasado día 30 del actual mes de marzo visitamos la Dirección Ejecutiva del CEA en el Centro de los Héroes en esta capital y allí quedamos gratamente sorprendidos por la limpieza, orden y eficiencia en el trabajo de que hacían gala todos los funcionarios y empleados que seguían al pie de la letra las órdenes del licenciado Cedeño Ávila.

Igual diciplina y afán de superación impera en la Administración General de Bienes Nacionales bajo la batuta del licenciado Cedeño Ávila, aunque el número de las propiedades en esta última es infinitamente superior a la del Consejo Estatal del Azúcar.