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ESTO PIENSO, ESTO CREO: Por políticos sin carisma

ESTO PIENSO, ESTO CREO: Por políticos sin carisma

Rafael R. Ramírez Ferreira

Por Rafael R. Ramírez Ferreira
rafaelelpiloto1@hotmail.com |

Estuvimos gobernados por “líderes”, carentes totalmente, -al menos daban esa sensación, antes y después-, al igual que otros “nuevos”, de cualquier combinación de las famosas tres cualidades, a saber, carisma, karma y carácter.

Porque en cuanto a los que escogen ser profesionales militares, deben y tienen que estar conscientes, de que no lo son para interpretar o filosofar sobre lo que es o no es, simplemente cumplen objetivos, que de no hacerlo como debe de ser, solo conllevan a la deshonra, al deshonor o la cárcel.

De todo lo que ha y está pasando, nos llama a cuestionar, el cómo pudimos llegar a esta debacle institucional y esta anarquía moral que supura por cada poro de esta sociedad, olvidando, o no queriendo darnos cuenta, de que quizás, todo ha sido producto del resentimiento de unos pocos y la complacencia del resto de nosotros, donde algunos, por sumisión, cobardía o hastío ante la impotencia, no hicieron lo debido en el momento preciso, pero, eso sí, que otros tantos podremos estar cansados pero, nos mantenemos coriáceo.

Por eso, y ante la peliaguda misión que tienen sobre sus hombres, todo el dinero que requiera y más, se le debe proporcionar -aún y sea con préstamos-, a la Procuraduría General de la República, como un acto de buena intención política para poder establecer un antes y un después con respecto a la impunidad y el blindaje, de la mayoría de esa claque política que nos ha mal gobernado, en tiempos pasados y algunos presentes.

Y, claro está, que esa acción de “despojo” al quehacer político que se ha exhibido, no pueden, de manera alguna, quedar en el olvido, aquellos actos corruptos que han perimido, por obra y gracia de muchos implicados en este tipo de acto bochornoso, que lograron la impunidad, basados en leyes hechas a su talla, pero, que los mismos deben salir a la luz pública, con la finalidad de que se conviertan en una condena moral que los saque por siempre de los menesteres del Estado. Todo el mundo conoce a esos degenerados, donde la conveniencia de sus intereses personales, lo convirtieron en su religión y que hoy, deambulan en los medios, en procura de continuar en sus funestas andanzas.

No se pueden quedar así por así, los llamados Peajes sombras, ya que por muchas manos y durante muchos años, las dádivas y diligencias remuneradas, pasaron por incontables de ellas, pero que, por igual, no es cosa de otro mundo, las huellas dactilares de esas manos son fácilmente reconocidas. Al igual que la famosa carretera que solo conduce a un hotel o “piedra preciosa” en el Sur del país. Y qué decir del “pobre maestro”, que declaró más de tres mil millones de pesos y todo quedo en eso, es decir, en nada. Pero, además, una acción contra estos esperpentos serviría para cortar alas a muchos que apenas empiezan a volar en ese negocio de la política y que ya, en base a dinero mal habido, poseen una plataforma política de sustentación, imposible de justificar.

Pero, por encima de todo y el trabajo hercúleo por hacer, considero, que hay que creer en la bonhomía de los buenos dominicanos, que quizás se haya adormilado en determinados principios básicos de convivencia y responsabilidad hacia el país, porque sin lugar a duda, exponiendo esos buenos deseos y anhelos, estamos seguros de que muy a menudo, resulta algo contagioso, por encima y a sabiendas de que el dolor causado, no es una emoción que predisponga a la piedad hacia estos engendros del mal. ¡Sí señor!

El Nacional

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