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Europa

Europa

Ernesto Guerrero

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En nuestro periplo por Europa puedo afirmar que pocos lugares en el mundo son tan pintorescos como Austria. Viena, fue capital del imperio Austro Húngaro y desde 1498 al 1740 estuvo bajo la dinastía de la familia Habsburgo, quienes además del Sacro Imperio Romano Germánico, en distintos momentos ocuparon los tronos de España, Portugal, Bohemia, Inglaterra, Hungría, Croacia y el Segundo Imperio Mexicano. A fin de lograr alianzas políticas, recurrieron a la endogamia (matrimonios entre parientes) lo que contribuyó a malformaciones congénitas y finalmente la desaparición de sus descendientes.

La ciudad atravesada por el Danubio, aún conserva señas de sus años de gloria: opulentos palacios barrocos, hoy transformados en museos, donde se exponen obras de grandes genios de la pintura y de las artes; prestigiosos teatros de ópera, que evocan a maestros como Haydn Schubert, Mozart, Strauss. La visita al palacio de la emperatriz Sissi, rememora nuestros sueños de niños, de convertirnos en príncipes y princesas, participando en fastuosos bailes de palacio.

En ese paisaje invernal se levantan decenas de mercaditos con las tradiciones navideñas de la ciudad, vino y ponche de ron caliente, salchichas, bocadillos, galletas y otras delicias. Este año, y por primera vez la Filarmónica de Viena incluyó un coro de niñas que cantaron junto al famoso coro de “niños cantores de Viena”. Ubicados estratégicamente en Viena, viajamos a otras ciudades europeas colindantes.

Praga, capital de la República Checa es la cuarta ciudad más visitada en toda Europa; es un laberinto de pintorescas calles adoquinadas con tejados rojos bajo un castillo en la cima de una colina. Las atrocidades contra los judíos y su pasado régimen comunista no superan el atractivo cultural de la cerveza. Entre otras variedades, allí nació la pilzener. En una exposición de famosas bebidas que siguieron este linaje, con satisfacción encontramos nuestra cerveza Presidente. Despues de catar varios géneros (demasiados, comenta mi mujer) marchamos en busca de un delicioso gulash.

En Budapest, capital de Hungría, conocida también como perla del Danubio hicimos la travesía por el rio y quedamos impresionados con los palacios y castillos en todo su litoral. Conjeturamos sobre el cambio cultural de esas familias húngaras que se refugiaron en nuestro país. La última ciudad en visitar fue Bratislava capital de Eslovaquia. Finalmente, mi impresión de este viaje, es que todavía nos falta mucho por hacer.