osé Alfredo Corripio, presidente de Editora Hoy; Tahira Vargas, antropóloga; José Monegro, coordinador del Almuerzo Semanal del Gruipo de Comunicaciones Corripio; Celedonio Jiménez, sociólogo y Lucía Gómez, antropóloga social. Jorge González
La antropóloga e investigadora Tahira Vargas opinó ayer que la educación sexual de los niños y jóvenes no debe ser responsabilidad de la familia, debido a la estructura irregular que tiene ese núcleo social en el que no predomina la composición padre, madre e hijos.
Consideró que que los padres, principalmente de los barrios y sectores económicamente deprimidos, carecen de las herramientas para afrontar con éxitos ese tema.
“Es la escuela la que tiene que frenar la violencia de género y promover la igualdad entre hombres y mujeres, mediante la aplicación de una correcta política de género”, precisó.
En ese sentido, expresó que constituye “un absurdo” la resolución del Ministerio de Educación que deroga la orden departamental número 33 /2019 sobre la implementación de la política de género en el sistema educativo.
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Vargas abordó el tema durante el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, junto al sociólogo y catedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Celedonio Jiménez y la antropóloga social y cultural Lucía Gómez.
Manifestó que la aplicación de una correcta política de género en las escuelas previene los feminicidios, relaciones incestuosas y embarazos en adolescentes.
“El Ministerio de Educación no quiere trabajar la violencia sexual, el incesto, el embarazo en adolescentes, los feminicidios”, dijo.
Un vacío educativo
Agregó que “hay un vacío en la educación sexual y ciudadana. No hay política pública para resolver esos problemas”.
“El ministro de Educación derogó la resolución para poder adoptar otras acciones que serán peores, como por ejemplo, eliminar la Dirección de Género, fomentar una serie de medidas que van en contra con lo que está en la reforma educativa a nivel de género”, expresó la cientista social.
Dijo que esa medida es una estrategia política para congraciarse con la Iglesia católica y con los grupos evangélicos.
Una distorsión
Vargas manifestó que la igualdad entre hombres y mujeres está consagrada en la Constitución de la República.
Dijo que la educación con perspectiva de género está establecida desde el Plan Decenal de Educación y reconocida por el Consejo Nacional de Desarrollo.
“Hay una distorsión de la política de género de parte de personas y organizaciones”, que confunden ese tema con la promoción de la homosexualidad o el libertinaje en el abordaje de la sexualidad.
Sobre la estructura familiar expresó que es muy diversa y, por consiguiente, no es la institución fundamental de la sociedad dominicana.
Explicó que predominan las madres jefas de hogar y, en los barios marginados, el cuidado de los hijos queda “repartida en la estructura barrial” y la participación de los vecinos en la crianza de los hijos es muy fuerte.
En otros casos, explicó que la familia está integrada por la madre y los abuelos.
Además, abundan las familias donde la segunda figura es una madrastra o un padrastro.
Vargas consideró que sin la existencia de una estructura familiar homogénea, es difícil trabajar el tema de género.
