Opinión Editorial

Fuera de control

Fuera de control

La prensa contó 19 fallecidos en accidentes de tránsito ocurridos durante el fin de semana, con latente temor de que ocurrirán otros percances en el curso de los días porque República Dominicana figura entre los países con mayores estadísticas de muertes por esa causa.

Es como si alguna maldición se cerniera sobre el manto asfáltico dominicano, con reportes anuales de más de tres mil fallecimientos debido a accidentes de tránsito, lo que ubica al país entre los primeros cinco del mundo con mayor tasa de mortalidad vial.

En un tramo de menos de 500 metros en la carretera Paya-Bani perecieron el domingo cuatro personas, tres de ellas que viajaban en una motocicleta impactada por una yipeta y una joven arrollada por un vehículo cuando intentó abordar un autobús.

En la Autopista del Coral, cerca de la comunidad de Verón, dos hermanos hijos de un profesor universitario, fallecieron cuando la motocicleta en la que viajaban fue chocada por una guagua, mientras en el distrito municipal La Canela, de Santiago, otras dos personas perdieron la vida en otro accidente vial.

Otros percances fatales ocurrieron en Monte Plata, Salcedo, Villa Mella, San Juan, San Cristóbal, San Pedro de Macorís, Azua, Hato Mayor, Autopista de las Américas y en la comunidad La Represa, entre La Romana e Higüey, en todos los cuales se reportaron también más de 15 heridos, muchos de gravedad.

El pasado fin de semana fue muy luctuoso en términos de fallecimientos por accidentes, pero penosamente se mantiene la constante de excesivos casos de percances viales, que en menos de dos meses superan los 15 mil, con un 65 % de involucramiento de motocicletas.

Han transcurrido años sin que las autoridades presenten un auténtico programa nacional de reordenamiento del tránsito y del transporte terrestre, ni menos aún, de algún programa efectivo que procure reducir la tasa de mortalidad por accidentes, de 65 muertes por cada cien mil habitantes.

Casi 20 muertos y más de una decena de heridos en accidentes viales durante un fin de semana representa una clara señal de que el desorden e inseguridad en el tránsito vehicular están fuera de control, por lo que se requiere con urgencia que el Gobierno afronte con decisión y eficiencia ese desastre nacional.

El Nacional

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