Al margen de que careciera de impacto e incluso que despertara dudas la denuncia de la oposición sobre un supuesto sabotaje de las votaciones, satisfacen las garantías ofrecidas por el presidente de la JCE, Román Jáquez, sobre la seguridad y pulcritud de las elecciones del domingo.
Cualquier inquietud de los partidos políticos, aunque no se cuenten con pruebas ni evidencias, tiene que atenderse, sobre todo tomando en consideración que son ellos los principales protagonistas del proceso. El nerviosismo, que suele ser tan propio de las jornadas proselitistas, no es lo que está en juego.
Lo importante son las medidas y la buena disposición para garantizar unas elecciones ordenadas y transparentes.
Las sobradas muestras de confianza sobre la organización de las votaciones dadas por la JCE se tornan más auspiciosas con las garantías en torno a la pulcritud ofrecida por su presidente.