La ejecución con alevosía de cinco hombres por una patrulla de la Policía en La Barranquita, Santiago, ha colocado al director del cuerpo, Rafael Guzmán Peralta, en una encrucijada.
Como no va a renunciar del cargo, no solo tendrá que retractarse de su afirmación de que las víctimas habían caído en un intercambio de disparos, durante el cual un agente habría resultado herido, además de actuar contra quienes le proporcionaron la falsa información.
Desde un primer momento Guzmán Peralta defendió una versión que ha sido desmentida por una investigación del Ministerio Público. En la investigación se determinó que las víctimas no dispararon armas de fuego.
Puedes leer: Matanza en Santiago: ¿Qué pruebas presentará el Ministerio Público sobre la ejecución?
En su condición de director de la Policía, Guzmán Peralta ha quedado muy mal parado al validar una versión falsa, no se sabe si de forma deliberada o engañado en su buena fe, en torno a una ejecución.