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Una delegación de un reciente Festival de Poesía visitó un colegio católico, y se le ocurrió la mala idea de preguntar sobre la deportación masiva de haitianos, poniendo a la defensiva a la maestra y directora, así como a su edecán.
Enseguida, la directora se sintió obligada a justificar que “no somos racistas”, pero que “a esa gente hay que sacarla de aquí”, “no a latigazos y desde caballos como en USA”, sino en guaguas o “camionas”, y cuando los visitantes iban a narrar como reciben en su país a los balseros dominicanos que logran cruzar el Canal de la Mona, donde se ahogan miles anualmente, sonó el Angelus, y abruptamente la directora ordenó ponerse de pie y orar, algo digno de Almódovar.
Nos hubiéramos reído a mares, sino fuera porque la situación es tan grave que estamos realmente al borde de otro 1937, (ojo USA) azuzado irresponsablemente por “los nacionalistas de pacotilla” del patio.
Les conté entonces lo que vengo repitiendo sobre el “problema haitiano”:
- Además de los nacionales haitianos, los únicos países que pueden resolver la actual situación haitiana son Francia, Cánada y USA. Francia en particular es responsable histórica del subdesarrollo haitiano al abortar la Revolución con sus impuestos para “resarcir” a sus “colonos”, y la incesante explotación de su foresta, especialmente la caoba. Historia que los Macrones pretenden obviar, pero que todos conocemos.
- Es cierto que tenemos un problema demográfico: Cuba tiene diez millones de habitantes, y nosotros como isla: 24. El ecosistema puede colapsar, pero Haiti es nuestro mercado principal, nosotros apenas consumimos un 13% de lo que Haití produce, y ellos un 98%, y esa realidad demanda respeto, no maltrato.
- Así como El Salvador creó una Cancillería paralela para los salvadoreños (remesadores) que viven en USA, nosotros debemos crear dos, con dos Vicecancilleres. Una para USA, y otra para Haití, países que no pueden continuar siendo “Departamentos” del MIREX, y mucho menos estar en manos inexpertas e inconscientes.
- Necesitamos en Francia personal técnico especialista en Historia y Sociologia regional, que pueda discutir con los franceses. A las damas que “aaaaman Paris” nómbrenlas en Mónaco, en Paris necesitamos un Ruben Silié, Laura Faxas, con un Juan Miguel y Amaury Pérez, brillantísimos egresados de La Sorbona, con conciencia racial y un francés impecable.
- En Haití necesitamos un Roberto (Chico) Despradel, único embajador que los haitianos pueden respetar. No solo estudió en Bélgica, con la burguesía haitiana, sino que se desposó con una nacional y tiene hijos haitianos. Si Hugo Tolentino estuviera vivo, hubiera sido ideal, como mulato consciente, con famlia haitiana, y profesional de primera. Quienes reforzarían a Chico? Rev. Telesforo Isaac y Tahira Vargas ,entre otros.