Ningún partido político de los que están en abierta campaña electoral, han presentado una propuesta para abordar y sugerir una solución para enfrentar , eliminar o disminuir la inmigración haitiana y su secuela de consecuencias fatales para la salud de la Patria, su identidad y soberanía nacional, conquistadas a base de una lucha de fuego y sangre de los patriotas dominicanos , en peligro de desaparecer.

Y ahondando sobre el tema, nos escribe la socióloga Melania Emeterio, quien enfoca el panorama desde la óptica siguiente: En República Dominicana los partidos, en sentido general, no apuestan al interés nacional, ni hacen causa común con los ideales de los fundadores de nuestra independencia. Ellos encarnan, más bien, sus propios intereses, y los de algunos de sus parciales.

Está muy a la vista de la ciudadanía que los partidos políticos, con algunas excepciones, en lo que menos piensan es en el interés nacional. Como confirmación de lo dicho, basta citar el tema de la Soberanía Nacional, y la invasión haitiana en nuestro país, un caso de abuso único en la región. De Haití nos liberamos en el 1844, pero que, gracias a los poderes internacionales, la embajada norteamericana y a la traición local encabezada por los partidos, sigue manteniendo en vilo a Rep. Dom.

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Los partidos observan la amenaza que representa la invasión haitiana para nuestro país, y no dan un paso unitario para salvarlo. Prefieren echar la culpa al gobierno, o entrar en subjetividades para interpretar el asunto. Grandes o pequeños, de derecha, o los que aun se dicen de izquierda, hay varios partidos que les ha dado por identificarse abierta o veladamente con los intereses haitianos, e incluso algunos han dicho que el país es racista.

Son entidades que han tomado a Haití como su proyecto humanitario y de compasión “a ciegas”.

Ni siquiera adoptan posturas radicales sobre aspectos vinculados a la amenaza a la soberanía vista desde los más de 400 asentamientos haitianos en la geografía nacional; además la mafia con las parturientas, servicios esenciales, transporte, educación, etc. ¿Es justo que en un liceo de la Pared, de Haina, (por solo citar un caso) la población estudiantil haitiana supere en mucho a la dominicana? ¿cuál es la posición de los partidos?.

La actitud antipartido hay que relacionarla en el cómo es que la descomposición social no ha pasado de largo en los partidos, más bien ha dejado huellas en muchos de ellos. Los medios de comunicación se han hecho eco de situaciones donde congresistas y otros miembros de partidos han estado vinculados con el narcotráfico nacional e internacional.