El torneo que ganó el Licey con su victoria en el juego decisivo pasará a la historia como uno de los más atractivos y competitivos de los últimos tiempos.

Alentado por una de las fanaticadas más leales y entusiastas el conjunto azul se repuso de las dos primeras derrotas para igualar la serie.

Tras caer vencido en el tercer partido, el Licey volvió a remontar para ganar los últimos dos juegos y alzarse con un trofeo que lo afianza en la cima como la novena que más campeonatos nacionales ha ganado.

Las Estrellas Orientales, que desde que comenzó el torneo se instalaron en la primera posición, tenían una alineación que parecía invencible. La sola presencia del estelar Fernando Tatis Jr. infundía pánico en los rivales. Pero al final no pudieron con el empuje de la enseña azul.

Este campeonato pasa a la historia por el tiempo que había sin que tantos estelares de Grandes Ligas nacionales y extranjeros coincidieran en el terreno de juego.

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José Ramírez, Marcel Ozuna, Fernando Tatis, Miguel Andújar, Gio Urshela, Jasson Domínguez y muchos otros vistieron las franelas de sus respectivos conjuntos para deleite de los aficionados.

Hubo un momento en que el Licey no figuraba entre los favoritos para ganar el torneo, pero una combinación de factores, que incluyen el gran respaldo de su fanaticada, lo pusieron en el carril que conducía a la victoria.

El descalabro de las aguerridas Águilas Cibaeñas fue una de las notas más desalentadoras de un torneo cargado de emociones.