Santo Domingo.- La madrugada del martes, la música sonaba, las luces brillaban y el baile no paraba en un día cualquiera en la discoteca Jet Set, dónde decenas de personas se dieron cita a disfrutar de una noche como cualquier otra, sin pensar que la tragedia tocaría su puerta.
La única intención era disfrutar de la buena música de la voz más alta del merengue, Rubby Pérez, quien amenizaba la fiesta que ha dejado todo el país destrozado luego de que el techo se desplomara sobre todo los asistentes.
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Horas más tarde de la tragedia, en los alrededores del centro de diversión nocturna, los operativos de rescates del país, continúan su ardua labor para dar respuesta a los cientos de familiares que se encuentran en espera de buenas noticias.
La noche caía y los llantos, rostros tristes y desconsolados continuaban, padres y madres clamando que levantes los escombros del Jet Set para ver si encuentran sus familiares.
Emociones difíciles de manejar, es lo que se vive en el lugar que quedó hecho pedazos, un personal agotado y entregado que desde tempranas horas de la madrugada prestan sus servicios.

Las personas entrevistadas por periodista de este medio, agradecen el trabajo que están realizando, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 911, personal de la Cruz Roja Dominicana, a la Policía Nacional, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), el Cuerpo de Bombero de varias demarcaciones, entre otras entidades que se han brindado su ayuda en este difícil momento.
Cayendo la tarde, la vicepresidente de la República Dominicana, Raquel Peña, llegó acompañada de Ignacio Paliza, ministro de la Presidencia, asimismo hizo acto de presencia, Samuel Pereyra, presidente ejecutivo de Banreservas, ninguno de estos habló con la prensa.