SANTIAGO.- El Arzobispado de esta ciudad atribuyó al crecimiento de asentamientos humanos en lugares vulnerables, la cantidad de damnificados provocados en el país por los huracanes Irma y María, situación que estima ha puesto al descubierto el estado de marginalidad en que viven miles de dominicanos.
A través del editorial del próximo domingo del semanario Camino, titulado “Aprendamos la lección”, la entidad religiosa resalta que esos fenómenos atmosféricos han dejado un cuadro de desolación en muchas familias, que están viviendo momentos muy difíciles.
Y que por eso el panorama de pobreza y hacinamiento ha crecido en un segmento importante de la población. “Estos han puesto al descubierto el estado de marginalidad en que viven miles de dominicanos”.
Al tiempo de ratificar que muchos de los nuevos damnificados son el resultado del crecimiento de asentamientos humanos en lugares vulnerables, como las orillas de los ríos, arroyos, cañadas y barrancos, el vocero escrito del Arzobispado dice que esa realidad “crece frente a la indiferencia o complicidad de algunas autoridades”.
“El temor a perder votos en los procesos electorales es una de las razones que permite que la gente construya casuchas en zonas de vulnerabilidad, proclives a inundaciones y deslizamientos de tierra, trayendo como consecuencia la pérdida de vidas humanas”, razona Camino.
Ante esa realidad, considera que cada ayuntamiento debe ser un centinela para impedir la construcción de casas en zonas de riesgo “y más cuando sabemos que nuestro país se encuentra ubicado en la ruta de los huracanes” y que “no podemos vivir en una zozobra permanente cada vez que llega la temporada ciclónica”.
Camino aprovecha la ocasión para recordar que, según el Índice de Riesgo Climático 2016 deGermanwacht, República Dominicana ocupa el lugar número 11 entre los 183 países del mundo más afectados por el cambio climático, y el quinto en América Latina y el Caribe.
“Entonces, hagamos nuestro el proverbio popular de que es mejor prevenir que lamentar, y más cuando sabemos que, según la ONU, unas 600 mil personas han muerto en los últimos 20 años debido a los desastres naturales ocurridos la mayor parte, en países pobres”, razona.
Ante esta situación, propone que el Estado implemente proyectos de construcción de viviendas populares en lugares seguros, para ser entregadas a familias que carecen de un techo digno y que los beneficiados aporten algo con la mano de obra, considerando que es urgente buscar una salida al déficit habitacional que hay en el país.
Bajo el criterio de que es hora de que el anuncio de nuevos huracanes no sea un tormento paralos que sufren los rigores de la pobreza, Camino invita a superar “todos los obstáculos que impiden que nuestra gente sea feliz”.
