SANTIAGO. El Arzobispado de esta demarcación calificó como “una aberración, barbarie, ignominia y perversidad” el matrimonio infantil, porque marchita la vida de niñas “que sufrirán para siempre el martirio de ver tronchar su esperanza de ser felices”.
Por eso, pide al Estado, a las familias y toda la comunidad nacional, detener lo que define como una barbarie, mientras que espera que los legisladores den total apoyo “para cambiar esta página triste de nuestra historia”.
El proyecto de ley cursa en el Congreso Nacional y fue sancionado positivamente esta semana en la Cámara de Diputados, pendiente de ser conocido en los próximos días por los senadores.
El parecer sobre el particular aparecerá en la edición de este domingo del semanario católico Camino, órgano escrito de la Iglesia, con el título de” Ni un matrimonio más”.
Dice que el matrimonio infantil sirve para enjaular a las niñas “en un espacio que traerá como resultado el deterioro progresivo de su existencia”, al tiempo de considerar que deja una secuela incurable “el daño emocional y psicológico que le produce a una niña la unión conyugal con un hombre que puede ser su padre, o abuelo”.
Al tiempo de insistir en que el matrimonio infantil en el país debe llegar a su final, Camino estima que debe ser prohibido sin dejar ninguna excepción.
“Permanecer indiferente ante esta práctica es hacernos cómplices de una realidad que hace tiempo debió desaparecer”, sostiene, al tiempo de plantear que todos los sectores nacionales deben unirse “para reclamar el fin de esta ignominia”.
“El dinero de muchos hombres inescrupulosos no debe estar por encima de la dignidad de una mujer y mucho menos de una niña”, remarca Camino, al tiempo de agregar que “ver una niña como una mercancía la cual se puede comprar, es una perversidad”.
Dice que el matrimonio infantil “es otra vergüenza para nuestro país, como son los feminicidios”.
