Con el camino y las expectativas creadas por la Operación Falcón era más que necesario el mensaje que ha transmitido la procuradora Miriam Germán Brito en su reunión con el equipo que está a cargo de las pesquisas.
No podía estar al margen, ni siquiera en apariencia, para evitar confusiones y hasta protagonismos suspicaces de los responsables de la operación. Su autoridad moral y profesional no solo otorga más credibilidad, sino que elimina cualquier malentendido sobre las detenciones de sospechosos.
En la operación, que ha sacado a relucir la incidencia del narco y el lavado de activos en los partidos políticos, cada día hay más sospechosos de diferentes parcelas políticas. La presencia en el país de funcionarios de la DEA traduce la dimensión del mayor operativo que se ha efectuado contra la narcopolítica. Como procuradora su presencia es importante.