La tardanza para investigar las supuestas irregularidades cometidas en el pasado y en el presente en el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie) se presta a suspicacias.

Las alegadas irregularidades que determinaron la destitución del director designado en la presente gestión propiciaron la realización de un inventario en que se encontró el abandono durante la administración peledeísta de materiales escolares por más de 64 millones de pesos.

La revelación generó conjeturas, pues parecía traída por los cabellos para señalar a los pasados directores de la institución. Pero ahora la Dirección de Contrataciones Públicas ha dado cuenta de una investigación que revela alarmantes irregularidades en el Inabie que comprometen a funcionarios y suplidores de la gestión peledeísta y de la actual perremeísta.

Del expediente, en lugar de airearse en los medios, se apoderará, como procede, a la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca) para que realice la investigación correspondiente. Los escándalos ponen el ojo en una entidad con una asignación de más de 26 mil millones de pesos, cuya distribución requiere la mayor pulcritud.