Desde que se conoció la noticia de que la Serie del Caribe de 2025 tendría un visitante inesperado :Japón, comenzaron los cuestionamientos a esa decisión tomada por la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC).
La Serie del Caribe desde su fundación en el año 1948, tuvo como principio su esencia regional, de ahí que en sus inicios participaron en los torneos equipos campeones de la CBPC de aquella época.
Su denominación no es un hecho de menor importancia, es el sello distintivo de una contienda donde los protagonistas no se importan de otras zonas geográficas, como dice un refrán popular, Lo mío primero, es por eso, que la convocatoria a Japón, dejando fuera del torneo, otra vez, a protagonistas como Cuba, Colombia y Nicaragua, encendió las alarmas de manera intermitente.
Sin duda que ha sido una noticia histórica como señalan algunos medios de prensa y como muy bien expresó el máximo dirigente de la CBPC, Juan Franciso Puello, pero no necesariamente, por la incorporación de los representantes del sol naciente, sino más bien, por la ausencia de equipos que históricamente dan lustre a la Serie.
El equipo invitado, Japan Breeze, ni por asomo suple a los países señalados, los cuales fueron campeones en diversos momentos de la historia de estas lides, ni a otros como Panamá y Curazao, titulares en la última década.
Cuando el 31 de enero de 2025 se dé la voz de a jugar en el lindo y querido México, como país anfitrión, República
Dominicana, Puerto Rico y Venezuela, junto al susodicho invitado, los organizadores se vanagloriarán de contar con un
invitado asiático, pero no podrán explicar las ausencias de aquellos que por derecho propio debían estar sobre el terreno.
Las Series del Caribe, que se iniciaron en La Habana en 1949, son
el fruto del prestigio de los países que viven en el área, abanderados de la pelota en el mundo, y con calidad de sobra para mantener en alza el evento regional más esperado por los aficionados caribeños del deporte de las bolas y los strikes.
Que otros países y regiones participen en el evento no es descabellado e incluso daría prestancia al clásico, pero nunca eso debe ser en menoscabo de los países del Caribe.
Señores de la CBPC, primero vamos a concentrarnos en hacer de
la serie una fiesta de la región sin exclusiones ni sesgos y ya después que vengan japoneses, coreanos y europeos. Hacerlo al revés, no tiene sentido.
Ojalá el ente regional no vuelva a caer en el juego de poner por encima del espectáculo deportivo otros factores y rectifique. Ahí tiene a quienes por derecho propio les corresponde estar presentes en Mexicali, después, inviten al resto del mundo.
Por: Héctor García
hectorgarciasr@gmail.com