La época navideña, que recién termina, se caracteriza por un aumento en el consumo de alimentos refinados hipercalóricos, altos en grasas saturadas, azúcares y alcohol.
Así lo expresa la nutrióloga clínica Sarah Rivera, nutrióloga clínica, quien agrega que esta conducta representa una sobrecarga metabólica para el organismo con un mayor riesgo de obesidad y el desarrollo de ciertos estados inflamatorios que afectan el buen funcionamiento del hígado, los riñones y otros órganos, incluyendo estómago, intestino y corazón, entre otros.
“Por otro lado, el consumo de alimentos enlatados y recalentados aumenta el riesgo de padecer intoxicaciones alimentarias que comprometen la calidad de vida de las personas.
Además, como consecuencia de los excesos alimentarios, un gran número de las personas afectadas por enfermedades crónicas no transmisibles (obesidad, cáncer, diabetes, hipertensión arterial, elevación del colesterol y los triglicéridos, etc), experimentan una descomposición o descontrol de su enfermedad”, dijo.
La especialista recomienda “iniciar el año con un plan alimentario nutritivo y saludable, acorde a su enfermedad, a fin de recuperar la salud perdida y mejorar la calidad de vida”.
Explica que este plan de alimentación requiere del acompañamiento de un profesional de la salud experto en nutrición quien le ayudará en la selección y combinación adecuada de los alimentos saludables, a fin de obtener, a través de su dieta, todos los nutrientes necesarios para preservar su salud.
“Así, si usted ha ganado peso debe tener una buena disposición para perder esas libras que tiene de más, considerando que comer saludable debe ser un ritual que requiere de una planificación de lo que vamos a ingerir”, dice la también Coaching Nutricional, equipo JAHS.
Por tal motivo ofrece unas recomendaciones para limpiar el cuerpo, cuando se han consumido alimentos poco saludables.
Recomendaciones:
l Llevar una dieta balanceada, rica en frutas y verduras de colores diferentes, incluyendo por lo menos cinco porciones al día. l Consumir batidos o licuados verdes hechos a base de frutas y verduras, ya que son ricos en clorofila y muchos antioxidantes, para destruir y eliminar los radicales libres resultantes de una dieta inadecuada.
Además estos licuados contienen beta carotenos, los cuales aumentan la motilidad gastrointestinal y la liberación de toxinas del organismo.
l Consumir tres comidas y dos meriendas pequeñas.
l Evitar la ingesta de azucares (dulces, refrescos, jugos azucarados, maltas, etc).
l Comer despacio y en un ambiente tranquilo.
l Disminuir el consumo de sal.
l Consumir de agua 8 a 10 vasos fresca al día (de 1.5. a 2 litros de agua) para favorecer la eliminación de los productos de desecho.
l Cenar ligero y temprano.
l Realizar cambios graduales en la alimentación.
l Evitar el uso de comidas preparadas fuera de casa o comida chatarra por su alto contenido de grasas saturadas, sal, azúcares, preservantes y aditivos, que comprometen la salud.
l Nunca saltar comidas, sobre todo el desayuno, considerando que es la comida más importante del día.
l Dormir de 6 a 8 horas diarias debido a que regula el umbral de la saciedad.
l Reducir o evitar el consumo de alcohol.
l Realizar actividades físicas con regularidad.
Recuerda siempre que “Eres lo que comes” (Ludwig Feuerbach).
UN APUNTE
Jash Nutrición
La doctora Sarah Rivera, junto a Albania Ureña y Johann Guzmán, forma parte del Jash Nutrición, un equipo de profesionales que se encarga de ofrecer asesorias nutricionales/evaluación-diagnóstico-tratamiento nutricional/control de peso/seguimiento nutricional a enfermedades crónicas. Están ubicadas el calle Juan Enrique Dunant, Ensanche Miraflores.
