Por el botellerío que inunda el Ministerio de Relaciones Exteriores, Italia le pone la pelota incómoda al Gobierno con la decisión de cerrar su embajada en República Dominicana. Aunque no ha debido sorprender, pues desde hace un tiempo la medida, que ha sido dispuesta para economizar recursos, se daba como un hecho. Además de la sede diplomática en el país, el Gobierno de Italia cerrará sus legaciones en Honduras, Islandia y Mauritania, además de eliminar su representante permanente ante la Unesco. Lo paradójico es que el personal diplomático de Italia aquí no excede de seis o siete personas, en tanto que la legación de República Dominicana en la nación europea es una de las más numerosas del mundo.
Pero la economía de Italia, una de las grandes potencias del mundo, no pasa por su mejor momento, por lo que el Gobierno se ha visto compelido a tomar medidas para ahorrar recursos. Los recortes en el cuerpo diplomático también incluyen una revisión de los sueldos del personal y suponen una economía de 108 millones de euros en tres años.