Desperté un día con la llamada de una amiga horrorizada. A la escultura de Julia del Parquecito Pellerano Castro, le habían sacado los ojos, roto la nariz y la boca, ahorcado y cubierto la cabeza con una funda de basura. Acto de vandalismo realizado con saña.

Fui a verla y a pedirle perdón, porque aquí también la habían agredido, a ella que padeció tanta persecución por su defensa de la libertad y la justicia, y que tanto luchó contra la dictadura de Trujillo, en Puerto Rico, Cuba y New York. Ella, la perseguida del FBI y de la CIA, la que murió como vivió: una luchadora por la independencia de Borinquen.
Quien la destruyó pertenence a un grupúsculo de drogadictos que nada saben de Julia, que hablan disparates sobre ella. Eran los que controlaban el parque, entonces un tenebroso tugurio para sus fechorías, las cuales abarcaban no solo la droga sino también el robo.

Argumentan que la destruyeron para vengarse del Ayuntamiento, porque después que se creó la escultura el parque comenzó a ser un espacio de recreación comunal, para bautizos, bodas, Ferias del libro, todo lo que reniega de la cultura de la droga y el pequeño raterismo que practican.

Por suerte el coronel Sosa ya dio con el supuesto culpable, que sería un rencoroso joven drogadicto que pretendía apoderare del parque y cobrarle a los niños que se retrataran con los juguetes de madera que había colocado la Asociación de Propietarios de la Zona en el parque. Esa misma Asociación había sembrado árboles endémicos que se robaron, y colocado una iluminación con luces led, que también se robaron, a la espera de una cámara de vigilancia de CESTUR, que nunca ha llegado.

Ignorante sobre quienes habían colocado la escultura de Julia en ese parque, este sujeto afirmó públicamente que iba a destruir la escultura, desconociendo que así ofendía no solo el sentido nacionalista, en el verdadero significado de la palabra, sino a la dominicanidad agradecida de Hostos, Betances y de Julia por su lucha por la libertad del pueblo dominicano.

Reconstruiremos a Julia, más bella, más alta y sólida, y haremos un acto de desagravio a su memoria, donde ya han confirmado su participación Danny Rivera y Zoraida Santiago, quienes llegaran al país acompañados de una delegación de académicos Julianos, los mismos que vinieron al país para el Centenario de Julia de Burgos y marcharon por las calles de la Zona con su bandera, a cortar la cinta de la escultura que honra a su Madre de la Patria.
Como no somos vengativos, le regalaremos una biografía de Julia al vándalo para que aprenda a respetar los símbolos patrios.