La Asociación Dominicana de Profesores (ADP), blanco de las críticas por las frecuentes suspensiones de la docencia, rechazó tener algún tipo de responsabilidad en el estancamiento del aprendizaje en las escuelas.

Presentó un estudio que revela “serias deficiencias” de gestión del Ministerio de Educación, las malas condiciones físicas de alrededor del 73 % de los planteles y otros males que datan desde hace tiempo, pero obvió la responsabilidad de los maestros.

Y por supuesto que la escuela está donde está el maestro, aunque tenga que admitirse la importancia de los materiales, equipos, ambientación y alimentación adecuada en el proceso de enseñanza.

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La propuesta que hace el gremio para mejorar la calidad de la enseñanza puede ser aplicada por los maestros, además de no olvidarse del pacto educativo. Sin paz en las escuelas y maestros comprometidos con la enseñanza es quimérica cualquier sugerencia para salir del estancamiento en el proceso de aprendizaje revelado por diferentes estudios.

La ADP tiene pleno derecho a operar como gremio magisterial, pero no a interrumpir la docencia para sus dirigentes buscar capital político.