La procuradora general de la República, Mirian German Brito, entiende la indignación que provocan los acuerdos que ha negociado el Ministerio Público con acusados en casos de corrupción, aunque defendió esas acciones que considera firmemente ancladas en el ordenamiento jurídico.
El tratamiento dispensado a imputados en expedientes por prevaricación ha sido la causa de la irritación que refiere la magistrada German Brito, así como del controvertido documento emitido por la Procuraduría, en el que advierte que aplicaría medidas cautelares, considerado por muchos como una amenaza a la prensa.
Para justificar el uso de la “delación premiada” y “criterio de oportunidad”, la procuradora general acude a la figura de la ballena y el tiburón, al decir que se debe tratar con el cetáceo para poder capturar al escualo, por lo que esos acuerdos ayudarían a fortalecen la acusación contra los principales responsables.
Al Ministerio Público y abogados litigantes corresponde dirimir ante los tribunales la pertinencia o legalidad en la aplicación de esos instrumentos jurídicos en favor de las pruebas de cargo o en perjuicios de justiciables, aunque no pocos ciudadanos invocan la máxima popular de que “lo mucho hasta Dios lo ve”.
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Alivia saber que la magistrada Germán Brito admite que “no tuvo una redacción feliz” el contenido del escrito en el que la Procuraduría advierte que recurriría a medidas cautelares para enfrentar una supuesta campaña de descrédito contra los expedientes por corrupción que se ventilan en justicia.
Es verdad que algunos “ballenatos” que negociaron el rol de testigos privilegiados, fueron condenados a penas aflictivas menores, pero también debe admitirse que otros con la categoría de “tiburón” han sido excluidos de la acusación o no han cumplido siquiera con la obligación de constituirse en prisión.
El bien ganado prestigio de doña Mirian German Brito, en sus roles de ayudante fiscal, jueza de primera instancia, de la Suprema Corte y de procuradora general, se mantiene incólume, con consolidada admiración ciudadana, aunque emita o asuma decisiones controvertidas en el ámbito jurídico-procesal.
Lo dicho por Germán Brito ante ejecutivos de medios de comunicación, de que nunca permitiría actuar ni actuaría en contra de la libertad de expresión, que reconoce como un pilar de la democracia, disipa temores causados en la prensa por el documento aquel sobre medidas cautelares. ¡Bien por la procuradora!