Opinión Articulistas

La fuente periodística

La fuente periodística

José Antonio Torres

El mejor atributo de un periodista de investigación es la tenacidad; con eso se nace porque no se aprende en la escuela, y es difícil adquirirlo en el diario vivir”.

“El oficio de periodista es más pasión que talento, y más perseverancia y esfuerzo que brillantez”. Estas dos frases que no son mías, sino que las encontré sueltas en dispersos folletos de periodismo encajan para la elaboración de este artículo.

La relación del periodista con sus fuentes debe ser de “estira y afloja”, incluso llegando a pactar determinadas condiciones y acuerdos que hay que respetar para que nos continúe proporcionando información.

Sin embargo, nunca debemos olvidar que la mayoría de las fuentes tienen en común su interés por influir sobre los periodistas que cubre el área. Algunos llegan al extremo de ofrecer unas que otras facilidades al comunicador.

Otros en cambio, tienen la capacidad de, bajo diversos superfluos, llevar al periodista a que emocionalmente se identifique con su situación. Muchas veces lo logra y el periodista termina identificándose con la fuente, como una especie de “Síndrome de Estocolmo periodístico”.

De ahí que, debido al auge de los medios de comunicación y el crecimiento de las redes sociales, hayan pasado de moda los “palos periodísticos” y reducido a su mínima expresión las noticias exclusivas.

Sin embargo, mi experiencia como ejecutivo de un diario impreso me ha enseñado que en esta época no es necesario asignar fuentes a los periodistas, ya que los grupos de WhatsApp creados por las oficinas de relaciones públicas simplifican el trabajo de los reporteros.

Pero no debemos confundir fuentes con tener periodistas especializados en temas como Presidencia, salud, educación, economía y seguridad, los que se usarían para trabajos de profundidad y entrevistas especializadas.

Un dato curioso e interesante es que la mayoría de las investigaciones periodísticas que han provocado escándalos en nuestro país, no han sido preparadas ni realizadas por reporteros asignados a la fuente cuestionada.

Queramos o no la era digital obliga a replantear una nueva forma de hacer periodismo en el mundo, y el papel de la fuente no está exento.