Noticias importante Reportajes

La gente es renuente al uso de los puentes peatonales

La gente es renuente al uso de los puentes peatonales

Los puentes para peatones diseñados y construidos en las intersecciones de la avenida Máximo Gómez con John F. Kennedy y 27 de Febrero, se han convertido en gigantescas estructuras inoperantes que pocas personas utilizan para cruzar en forma segura, sin interferir con el tráfico. Las estructuras, llamados también pasos a desnivel, hoy están arrabalizadas, a oscuras por el robo de los cables eléctricos, con signos evidentes de corrosión y convertidos en hospedaje de delincuentes, venduteros callejeros, limpiavidrios y mendigos.

Estas dos estructuras en forma de arco, construidas en el 2004, a un costo de 75 millones 720 mil pesos, sirven para cualquier propósito, menos para proteger la vida de los peatones.

Muchas personas prefieren arriesgar sus vidas y cruzar en medio de los vehículos, que ascender peldaños, caminar 70 metros para volver a bajar peldaños.

“Es muy incómodo subir tantos escalones para luego bajar la misma cantidad, manifestó Rosalía Delgado, una estudiante de publicidad de la Universidad Apec que camina todos los días por el lugar.

Otro grave problema es que el puente peatonal es inseguro por la falta de iluminación y la presencia de indigentes que duermen o permanecen en el lugar durante horas.

Daños

El paso a desnivel de la avenida Máximo Gómez con John F. Kennedy está totalmente a oscuras debido al robo de los cables eléctricas y las lámparas que tenía instaladas.

Ladrones también robaron las tapas de los registros del sistema eléctrico, telefónico, y de otros servicios, los cuales estaban colocados en la acera norte, frente a la empresa Viamar.

Los postes de metal fueron violentados y las tapas destruidas por los desconocidos que sustrajeron los cables.

El robo de los cables subterráneos es de tal magnitud, que la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), se vio obligada a colocar los mismos en forma aérea, contraviniendo así el diseño original, para evitar las constantes sustracciones.

Igualmente las jardineras fueron desmanteladas por personas que robaron hasta los alambres de púas con que esas áreas estaban cercadas.

Los vendedores y limpiavidrios de los semáforos, rompen las verjas perimetrales para usar esos lugares como depósito.

Los depredadores robaron también 60 metros de cerca colocada en la avenida Máximo Gómez, frente en la acera del Banco Popular Dominicano.

Ocupantes

Distintas áreas debajo de esos puentes peatonales son ocupadas diariamente por dominicanos y haitianos que venden frutas, agua embotellada, dulces, refrescos, gorras, perros, banderas y periódicos.

Otros se dedican a limpiar los vidrios de los automóviles, por unas monedas; y numerosos impedidos físicos se movilizan entre los vehículos pidiendo limosnas.

En la parte superior de los peatonales duermen numerosas personas que se cobijan con cartones, plásticos y sábanas y ropas viejas.

Entre esas personas hay indigentes que no tienen domicilio reconocidos, enfermos mentales, y adictos que consumen distintos tipos de drogas.

Ninguna institución oficial ha mostrado interés en afrontar los problemas y dificultades de estas obras que costaron cuantiosos recursos al Estado.

EL DATO

Obra Costó 75 millones de pesos
Los puentes peatonales instalados en la avenida Máximo Gómez con Kennedy y 27 de Febrero costaron 75 millones 720 mil 297 pesos con 57 centavos, pero son pocos los transeúntes que le dan poco uso a la estructura.