Articulistas

La patria chica

La patria chica

Eduardo Álvarez

El lugar donde nacemos nos une irremediablemente en las costumbres —folklore, gastronomía, acento, en fin— por encima, incluso de los vínculos familiares.  Va también más allá de la nostalgia que provocan los gratos recuerdos infantiles y juveniles. Hay una suerte de valor agregado en todo esto que nos impulsa, razonablemente, a sacar provecho del apego al lar nativo. El retorno del hijo,   pródigo o no, siempre es motivo de alegría.

El grado de confianza y tranquilidad propiciado por el presente gobierno favorece el clima necesario para que se den las condiciones para toda nuestra geografía se vea plagada de unidades urbanas y rurales prósperas que van a converger en un notable y sostenido crecimiento y desarrollo nacional.

Empiezo con mi patria chica, desde luego, como corresponde. Cada esperanceño debe dar lo mejor para Esperanza, y si mejoramos, como municipio y comunidad, es una gran esperanza  para todo el país. Siempre  sentiremos que estamos presentes, que nos hemos ido, como en efecto.

Esta población es solo la cabeza de una serie de comarcas que confluyen en ella conservando sus respectivas vidas propias. Es la puerta de la Línea Noroeste y antesala de Mao, común cabecera de la provincia Valverde.

Con tres distritos municipales -Jocomé, Boca de Mao y Paradero, cuyo sentido de competitividad les han permitido ir creando sus particularidades y características, Incluso con secciones y parajes que desbordan su clasificación política, superando a otros Por ejemplo, la sección de Damajagua, enclavada en la cordillera Septentrional, cuyo sorprendente auge urbano y económico le dan un atractivo, enriquecido, por supuesto, por sus bellos paisajes y el clima primaveral que la bendice casi todo el año.

Por sus atractivos y encantos rurales, tampoco se quedan atrás Cañéo, Cacheo, Peñuela, Maizal, Boruco, Guatapanal, Jinamagao y otros campos aledaños más que hicieron de Esperanza un municipio agradecido y rico en recursos naturales y una abundante actividad agrícola que tiene en el arroz y los bananos modos excelentes.

Esperamos conseguido despertar el interés de inversionistas locales y extranjeros, así como motivar a coterráneos alejados a mirar de nuevo hacia acá. Igual, a más enterados y actualizados a enriquecer esta idea, agregando incluso parajes y detalles que hayamos pasado por alto.

Eduardo Álvarez

Eduardo Álvarez